
Más que cámaras, corazones contando tu historia
Siempre me costó explicar por qué hago lo que hago. Supongo que tiene que ver con cómo veo el mundo: con atención a los pequeños gestos, con admiración por lo auténtico, y con un profundo respeto por los momentos que marcan nuestras vidas. La fotografía y el vídeo se convirtieron para mí en una forma de guardar lo irrepetible, de atrapar lo invisible. Porque hay miradas que duran un segundo… y recuerdos que merecen quedarse para siempre.
Me dedico a contar historias de amor reales, sin filtros, sin guiones. Historias como la tuya, vividas intensamente y contadas con verdad. Desde hace años acompaño a parejas en uno de los días más importantes de sus vidas, y me emociona cada vez como si fuera la primera. Me gusta observar, captar lo que pasa sin interrumpir, moverme con discreción y dejar que todo fluya. Es ahí donde surgen las imágenes más potentes: cuando las emociones son auténticas, cuando nadie está posando.
Trabajo en la Costa del Sol, una tierra llena de luz, alma y contrastes. Aquí, cada rincón tiene algo especial y cada boda tiene su propia energía. Ya sea en la playa, en una finca, en un jardín o en un pequeño pueblo blanco, me encanta adaptar mi mirada a cada historia, a cada pareja, a cada entorno. No me interesa repetir fórmulas. Me interesa capturar lo que hace única tu historia, tu día, tu forma de amar.
Mi estilo es una mezcla de lo documental y lo artístico. No quiero solo que las fotos y vídeos sean bonitos, quiero que os representen, que cuando los volváis a ver dentro de cinco, diez o treinta años, os vuelvan a emocionar. Trabajo con cariño, dedicación y detalle en cada reportaje. Escucho mucho, pregunto lo justo, y observo siempre. Me gusta entender cómo sois, qué valoráis, qué tipo de recuerdo os gustaría conservar.
No me considero solo un proveedor de bodas. Me gusta pensar que, por unas horas o unos días, soy parte de vuestra historia. Me tomo mi trabajo con responsabilidad, pero sobre todo con ilusión. Porque detrás de cada pareja hay algo único, y yo quiero contarlo con honestidad, belleza y emoción.
Si estás buscando a alguien que no solo tenga una buena cámara, sino también una mirada sensible y el compromiso de cuidar cada momento como si fuera suyo, creo que podríamos encajar. Estoy aquí para escucharte, conocerte y acompañarte. Si sentís que este estilo conecta con vos, me encantaría que habláramos.
